Mujer de manos frías

El arte de robar

El siete de julio, un dia antes de mi cumpleanios, me tope con la terrible noticia que se habia robado un cuadro del Museo Nacional Timoteo Navarro (9 de Julio primera cuadra). Alguien, impunemente, descolgo un cuadrito del pintor argentino Enrique Policastro, valuado en un par de miles de dolares, y se lo llevo a su casa, en el mejor de los casos de souvenir.
En diciembre de 2006, Abel Ferrino, el entonces supervisor y representante ante el Comité Argentino de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales (una comisión creada para desarrollar estrategias orientadas a mejorar los controles fronterizos a fin de evitar ese delito, que al parecer está en auge debido a su cotización en los mercados internacionales) declaro en Obera, Misiones, que el tráfico de bienes culturales está en el tercer puesto del ranking de delitos en las fronteras, sólo por debajo del tráfico de drogas y armas, y que su combate “está vinculado a la preservación del patrimonio cultural de la Nación, que es parte de la identidad de todos los argentinos y las generaciones venideras”, y advirtio que la depredación del patrimonio está motorizado por mafias internacionales, que también están vinculadas a los otros dos principales ejes del contrabando.
Jorge Figueroa, periodista de espectaculos de La Gaceta, aseguro en su columna del 12 de julio que el Timoteo cuenta con cerca de 680 obras, que tiene un plantel que no alcanza las 20 personas (incluyendo al director y al personal policial), no tiene internet, no cuenta con curadores, restauradores, ni personal especializado y que por lo general se exhiben muestras que recorren el país, lo que se denomina “enlatados”.
A su vez, el 11 de julio, al tiempo del robo del Policastro, que en un principio no se sabia que obra era, ni cuando habia sido sustraida, se llevaron una corona de espinas, una cruz, gargantillas y promesas de plata de la imagen de Santa Rosa de Lima de la ciudad de Purmamarca, a 65 kilómetros al norte de la capital de Jujuy, y declarada Monumento Histórico Nacional. Ferrino habia asegurado en Misiones que el arte precolombino y colonial latinoamericano es muy requerido y "por eso despierta el interés de los delincuentes”.
En 2005 hice una nota sobre museos, durante mi pasantia en la La Gaceta, y algo que me llamo poderosisimamente la atencion fue la desidia con la que se manejaba la Casa Padilla (pegada a Casa de Gobierno), que sobrevivia gracias al trabajo de algunos volunatarios. Los Padilla eran coleccionistas, por ende en esa casa hay piezas de coleccion de incalculable valor, traidas de destinos remotos, como China y Egipto, que para la epoca deben haber sido considerados muchos mas exoticos que en la actualidad. La gente no queria hablar, por miedo a perder su trabajo, pero me mostraron como una venta solo estaba apoyada en la pared, ya que se habia desprendido y no la habian reparado. Esa era la unica proteccion que tenian las piezas. Lamentable.
Es imposible e inevitable comparar, pero el viernes estuve en High Museum of Arts de Atlanta, un lugar increible, donde la gente es parte de la historia. Ademas de las muestras, uno puede escuchar musica e incluso cenar en el edificio. Esta lleno de vida, actividades y la gente lo cuida y respeta porque es parte de ellos, por decirlo de alguna manera.
La falta de interes por nuestros bienes culturales habla de la pobreza de alma, como pueblo, del grado de ignorancia y mala educacion. En ausencia de esos valores no somos una Nacion, solo somos un grupo de gente amontonada, que parece ser una caracteristica en la provincia.

posted by Luciana Poliche @ 7:52 p. m.