Como para confiar en los bancos


Esta nota salió en La Gaceta hoy y muestra la soltura con la que cualquiera puede robarse $400.000 de un banco. Es decir, que si alguien es capáz de burlarse de la Justicia y burlar a los ejecutivos de un banco, para sacar tremenda cantidad de plata, cualquiera puede robarse el diner de nuestras magras cuentas, que contienen escasos ahorros.


Habrían cobrado $ 410.000 gracias a un oficio judicial falso


El jueves, cuando Mario Racedo, a cargo del Juzgado Federal Nº 2, leyó el texto del oficio que le atribuían, no lo podía creer. El instrumento ordenaba al gerente del Banco Nación que transfiriera $ 410.000 a una caja de ahorro abierta en el BBVA-Banco Francés, porque, supuestamente, el juez subrogante había hecho lugar a una demanda del Instituto de Cardiología contra Firstar Bank Milwaukke. Inmediatamente, Racedo solicitó un informe a su secretario Civil y Comercial Nº 3, Facundo Zuviría Peñalba. Este, tras haber consultado a la prosecretaria Irma Nazario, comunicó que la causa “Instituto de Cardiología SRL vs Firstar Bank Milwaukke N.A. y otros s/inconstitucionalidad” (expediente Nº 2.608/02) estaba en el archivo desde el 29 de setiembre de 2003. “No consta en los protocolos o biblioratos de sentencias judiciales a mi cargo que el Juzgado haya despachado la sentencia del 1 de abril, al que se hace alusión en el supuesto oficio en la causa judicial referenciada, ni en ningún otro juicio”, precisó Zuviría Peñalba. Este, al mismo tiempo, negó que la firma inserta en el instrumento “trucho” fuera suya y que el sello aclaratorio de la supuesta rúbrica fuera el que usan en esa secretaría. Racedo también desconoció que fuera suya la firma (y el sello) que se le atribuye en el supuesto instrumento. Por eso, frente a la posibilidad de que se haya cometido un delito de acción pública, remitió copia de toda la documentación al Juzgado Federal Nº 1, a cargo de Daniel Bejas. Este derivó la investigación al fiscal federal de turno, Carlos Brito. Zuviría Peñalba y Racedo tuvieron información de lo sucedido por el abogado Manuel Poliche, del Banco Nación, que se presentó y expuso que “se habría cometido una maniobra irregular o estafa mediante la utilización de un supuesto oficio librado el 3 de abril” y que fue recibido por la entidad bancaria cinco días después, según consta en el informe labrado por Zuviría Peñalba. Dos demandasLA GACETA averiguó que en 2002 el Instituto de Cardiología dedujo dos demandas, porque, a raíz de la salida de la convertibilidad y por la pesificación, estaba en discusión el monto real de una deuda contraída para la compra de equipos médicos. Aquellas dieron lugar a los expedientes Nº 2.608/02 y Nº 2.609/02, que recayeron en los Juzgados Federales Nº 2 y Nº 1, respectivamente. En el primer caso, la demandante desistió de la acción, lo que motivó el archivo de las actuaciones. Sólo siguió adelante la causa radicada en el Juzgado Nº 1, cuyo anterior titular, Jorge Parache, hizo lugar a la medida cautelar solicitada por el Instituto de Cardiología, que, en fianza, depositó $ 410.000, suma que quedó a disposición de aquel despacho.La parte demandada recurrió la sentencia y la Cámara Federal de Apelaciones revocó la resolución, por lo que la causa fue devuelta al Juzgado Nº 1 para que dejara sin efecto la cautelar. Cuando esto estaba en trámite de cumplirse surgió el oficio “trucho” atribuido al Juzgado Nº 2 (que no interviene en la causa), según el que ya había una sentencia favorable al Instituto de Cardiología, por lo que el dinero debía ser transferido a una cuenta del BBVA-Banco Francés (CBU 017022334000003048134), de titularidad de Alejandra Mabel Vallejo, según el instrumento. El dinero ya habría sido cobrado.


Fuente: La Gaceta

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1 Comments:

At 8:28 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pues no lo se.

 

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