Mujer de manos frías

Hola gente en estos momentos me encuentro en Buenos Aires. estoy haciendo los trámites para la visa a EE.UU, porque planeo irme a vivir un año allá, si todo sale bien. Esa es una de las razones por las que no tengo tiempo para escribir en el blog, porque estoy a mil.

Pero anoche fue una de las testigos del cacerolazo que, según tengo entendido, en Tucumán también fue masivo. Ayer, a las 20 tenía que caminar unas cinco cuadras, por avenida Las Heras, para cenar con unos amigo. En ese momento, se escuchaba tímidamente el ruido de unas cacerolas. 10 minutos después, era un infierno. Automovilistas, incluídos taxistas y colectiveros, se sumaron a la protesta. Llaves, palmas y banderas adornaron el reclamo. La convocatoria, al parecer, fue organizada a través de mensajes de texto y mails. El objetivo: que el Campo y el Gobierno dialoguen, tras 98 días del conflicto que generó la suba de retenciones a la soja.

Luego de una hora y media, los cacerolas seguín gritando a viva voz.

Pese a la presión, para hoy, el oficialismo tiene organizado un acto en Plaza de Mayo. Además, la presidenta -Cristina fernández de Kirchner- hablará a las 17 por cadena nacional.

Parece que por fin aprendimos que la unión hace la fuerza. Diga lo que diga el gobierno, un sector, apoyado por la ciudadnía, le torció el brazo. Sin embargo, un efecto secundario de la necedad es la sordera.